Lo más conveniente para cuidar el mármol es acudir a una empresa especialista como Marmolería Gasamans para que lo pula y dé brillo. Sin embargo, cuando son mesas, encimeras y lugares pequeños se puede recurrir a ciertos consejos. No hay que olvidar que el mármol es un material poroso, por lo tanto, las manchas que se limpian en el acto no entrañan especial dificultad. La limpieza habitual de las piezas de mármol puede hacerse con agua y jabón, pero hay que tener especial tiento en elegir un jabón que sea neutro, que no agreda la naturaleza del mármol. Cuando hay manchas más fuertes, especialmente las de grasa, se pueden seguir los siguientes consejos:

  • Lo principal, como siempre que se trate con mármol es limpiar las manchas de grasa cuanto antes, puesto que si traspasan el pulimento y llegan al mármol, éstas serán muy difíciles de quitar.
  • En los casos en los que se tenga mármol blanco, es aconsejable verter un poco de acetona sobre una hoja de papel secante. Después, arrugar el papel como si se formase un paño, extenderlo sobre la mancha y cubrirlo con un trozo de plástico. Se recomienda utilizar cinta adhesiva para sujetar el plástico, de manera que el papel quede en contacto con el mármol. Al cabo de una hora la acetona habrá penetrado bien en la mancha y la grasa habrá sido absorbida por el papel, eliminando cualquier rastro del mármol.
  • Cuando la limpieza, requiera un trabajo más concienzudo que el diario, habrá que utilizar un cepillo de cerdas naturales empapado con agua y jabón y frotando en pequeños círculos, sin presionar mucho. Aclarándolo bien con agua se habrá recuperado el estado original del mármol.